Читать книгу: «Comentario de los salmos», страница 2

Шрифт:

MÉTODOS DE ESTUDIO

En el comentario a cada salmo se analizará el texto bíblico, desde las perspectivas teológicas, lingüísticas, literarias, históricas, canónicas y pastorales, además de explorar algunas tradiciones hermenéuticas y ponderar varios aspectos de la historia de la interpretación de los pasajes. Se compararán, en algunas ocasiones, las interpretaciones contemporáneas de varios salmos con las explicaciones de eruditos judíos y cristianos de importancia a través de la historia. De esa forma los estudiantes actuales del libro de los Salmos estarán en diálogo franco e íntimo con generaciones previas de intérpretes y estudiosos de esta tan importante literatura religiosa.

Este nuevo libro que el lector o lectora tiene en sus manos, Comentario de los Salmos, ciertamente toma en consideración la historia de la investigación de los salmos. No llegamos a estudiar estos textos bíblicos en el vacío histórico o teológico. Quien escribe este comentario enseña teología bíblica a nivel graduado, y ha sido seriamente influenciado por los esfuerzos de estudios bíblicos científicos y críticos a través de los siglos. Nuestra metodología de estudio tomará en consideración las investigaciones científicas previas de los salmos, que nos permiten llegar, hasta donde sea posible, a una comprensión adecuada de esa tan importante literatura religiosa.

La identificación de los autores de los salmos individuales es una tarea extremadamente compleja y muchas veces infructuosa. Para seguir la tradición académica en torno al tema, aludiré al autor de esas piezas literarias como el «salmista», aunque también en una muy buena tradición cristiana afirmamos la revelación divina en el texto. El Dios bíblico se hace presente en el mensaje y los valores morales, éticos y espirituales que se incluyen en el libro de los Salmos, aunque el nombre específico y la identidad precisa de sus autores humanos se han perdido en el tiempo.

Nuestro propósito básico es analizar y comentar todos los salmos canónicos. La verdad es, sin embargo, que no hemos dado el mismo espacio y tiempo en este libro a cada uno de esos ciento cincuenta poemas. La razón fundamental de esa decisión es publicar en un solo volumen el resultado de la investigación que hemos emprendido; además, es menester reconocer que, por la naturaleza repetitiva de la poesía en los salmos, no duplicaremos las interpretaciones y los comentarios a los temas de importancia, y sí remitiremos al lector y lectora al lugar en el salterio específico de las interpretaciones pertinentes.

La extensión en los comentarios a algunos salmos se fundamenta en los siguientes criterios teológicos y literarios: salmos que tienen importancia litúrgica, teológica o cristológica; salmos con peculiaridades poéticas y estilísticas; y salmos con mensajes de importancia para la sociedad contemporánea. Hemos separado algún espacio de calidad en este comentario para atender esos asuntos, pues deseamos que esta obra en torno a los salmos contribuya no solo a la comprensión de esas importantes piezas literarias antiguas, sino que apoye su aplicación a la sociedad actual y permita la vivencia de los valores que articulan y afirman.

Es importante notar, mientras se estudia este nuevo comentario al libro de los Salmos, que quien escribe es también ministro del evangelio de Dios. La vertiente pastoral del autor de este libro contribuye significativamente a complementar y actualizar el rigor académico. Junto al análisis crítico del texto hebreo su compromiso ministerial le desafía continuamente a descubrir nuevos niveles de revelación y pertinencia para la tarea pastoral. Además del análisis académico y crítico que presentamos de los salmos, se incluirán comentarios pastorales que pueden apoyar la tarea misionera del pueblo de Dios.

Con esa misma finalidad pedagógica, las notas marginales se han incluido casi exclusivamente en la Introducción. Se han evitado su incorporación en el comentario, para facilitarle al lector la lectura, el estudio y la comprensión del salmo. En la sección de bibliografía se incluyen los libros que pueden contribuir significativamente al estudio más detallado de los temas expuestos.

Específicamente este comentario responderá a los textos bíblicos y a los pasajes estudiados desde una perspectiva evangélica, ecuménica, puertorriqueña, caribeña, latinoamericana, e hispana y latina; y atenderá los desafíos sociales, económicos, políticos y espirituales que le presentan a las comunidades de fe las sociedades postmodernas, con sus sospechas, individualidades, consumismo, corrupción y falta de solidaridad. Como los salmos reflejan diversos entornos históricos y contextos literarios, este comentario presenta una comprensión nueva y fresca de estos poemas, desde las perspectivas sociales y espirituales precisas del autor.

Nuestro objetivo al escribir esta obra es hacer una nueva lectura del libro de los Salmos y presentar los resultados de la investigación a la comunidad. El libro de los Salmos es antiguo, y muy apreciado por las comunidades de fe. Por esa razón, le visitaremos nuevamente para repasar sus valores, repensar sus enseñanzas, y actualizar su mensaje.

Nuestro deseo ministerial es apoyar el trabajo de predicación de los pastores y las pastoras; incentivar la labor didáctica de las maestras y los maestros de las escuelas bíblicas e instituciones educativas de las iglesias; contribuir al proceso de investigación y reflexión de estudiantes avanzados de teología y Biblia; desafiar la comprensión tradicional de estos poemas en la comunidad académica; e incentivar el crecimiento espiritual de los creyentes.

Nuestro propósito primordial, al emprender este nuevo estudio sistemático del Salterio, es poner al alcance de lectores y lectoras de habla castellana, las virtudes y los valores permanentes que se ponen de manifiesto en la lectura y el análisis de estos importantes poemas. Los salmos son un testimonio viviente de la fe del pueblo de Israel; presentan la evidencia documental de las reflexiones teológicas y las experiencias espirituales de toda una comunidad religiosa; revelan las aspiraciones, frustraciones, gozos y necesidades de gente que enfrentó las adversidades de la vida con sentido de esperanza y futuro; y muestran las peregrinaciones que llevan a los salmistas a moverse del dolor al gozo, del lamento al baile, de la lágrima al contentamiento, de la desesperanza a la esperanza, de la muerte a la vida. El Salterio, en efecto, pone de manifiesto con claridad meridiana los valores de esperanza que deben guiar a la gente de fe para vivir con salud mental y espiritual.

GRATITUDES

Una palabra de gratitud es necesaria antes de finalizar este Prefacio. En primer lugar debo consignar mi agradecimiento público a la comunidad académica y eclesiástica del Seminario Evangélico de Puerto Rico. En ese entorno teológico y pastoral se gestaron las ideas y las perspectivas contextuales que posteriormente se redactaron en esta obra.

Miriam Rodríguez es una editora excelente, y merece el reconocimiento público. Ella transforma mis ideas y manuscritos –¡ahora electrónicos!– en Mterial publicable. ¡Gracias!

Como en todos mis libros, a Nohemí, mi esposa, va una expresión particular de gratitud. Ella no solo es amiga de la Biblia y consejera literaria y teológica, sino que revisa mis escritos con ojos críticos y hace recomendaciones sabias y prudentes para mejorar la redacción, aclarar las ideas y propiciar la aplicación del mensaje.

Es necesario indicar, además, que dedico esta obra, con mucha humildad, agradecimiento y reconocimiento, a mis padres, Luis Pagán –que ya descansa en el Señor, e Ida Luz Rosa, quienes me enseñaron desde pequeño la belleza, el valor y la importancia de los Salmos.

Finalmente, en el entorno de estas gratitudes, es importante afirmar como el salmista, con la «Oración de Moisés, varón de Dios»:

Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.

Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo,

desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

Salmo 90.1-2

1 C. Hassell Bullock, Encountering the Book of Psalms, Grand Rapids: Baker Academic, 2001, p.15.

2 Véase el estudio de Helmer Ringgren, La fe de los salmistas (Buenos Aires: La Aurora, 1963, pp.79-93).

3 A.A. Andreson, The Psalms (London: Marshall, Morgan & Scott, 1972, p.23).

4 Véanse los Salmos 17; 86; 90; 102; 142.

5 Aparentemente, en Lc 24.44 se utiliza el nombre de «Salmos» para referirse a toda la sección de los «Escritos» de las Escrituras hebreas, quizá por ser el primer libro de esa sección. En la tradición judía talmúdica, se indica que el libro de Ruth se ubicó antes de los Salmos pues presenta la genealogía de David (Baba Bathra 14b).

6Respecto a la doble identidad de los Salmos (p.e., a la vez, son Torá, o Sagrada Escritura, y liturgia), véase a J.L. Mays, Psalms (Louisville: John Knox Press, 1994, pp.ix-x).

7 Un estudio fundamental y necesario para comprender el libro de los Salmos como Torá –no como ley estática y rígida, sino como enseñanzas e instrucciones para la vida– es el de J. Clinton McCann, Jr. A Theological Introduction to the Book of Psalms: The Psalms as Torah. (Nashville: Abingdon Press, 1993).

8 El libro de los Salmos no es el único en la Biblia que incluye las oraciones del pueblo de Dios, aunque está compuesto de oraciones principalmente. Para identificar específicamente otros salmos y oraciones en el Antiguo Testamento, véase la obra de Marina Mannati, Orar con los salmos (Estella, Navarra: Editorial Verbo Divino, 1998, p.11); p.e., Gn 18.22-32; Nm 11; Dn 9.3-19.

9 En torno a las particularidades dialogales de los salmos, véanse los importantes comentarios de W. Brueggemann, The Message of the Psalms (Minneapolis: Augsburg, 1984, p.15).

10 La obra de McCann incluye un magnífico e interesante apéndice sobre el uso litúrgico y musical del libro de los Salmos. De particular importancia en esa sección del libro es la explicación histórica y técnica del cántico de los salmos; también se presenta una muy buena bibliografía comentada en torno a este tema del cántico de los salmos (véase McCann, op.cit., pp.176-181).

11 Según las citas en Mays, op.cit., p.1.

12 Respecto al uso de los salmos en la comunidad qumramita del mar Muerto, véase a S. Pagán, El misterio revelado: Los documentos del Mar Muerto y la comunidad de Qumrán (Nashville: Abingdon, 2001); de particular importancia en la obra es la bibliografía selecta, que incluye la identificación de obras para estudiar los salmos descubiertos en las cuevas del mar Muerto.

13 Mays presenta un buen ejemplo del uso de los salmos a través de la historia; véase op.cit., p.1.

14 A.A. Andreson, op.cit., pp.28-29.

15 La división en cinco libros de los salmos es posiblemente una referencia a la división del Pentateuco, según el midrash o comentario judío al Sal 1; Ibid, p.27.

16 Estas repeticiones pueden ser un buen indicador de que la recopilación gradual y final del libro de los Salmos no fue el producto de la unión de salmos individuales; que manifiesta la compilación progresiva de grupos de salmos o de colecciones de poemas que ya tenían cierta identidad teológica y cohesión literaria. Este fenómeno de repetición y recopilación de Mterial bíblico se manifiesta también en otros libros históricos, proféticos y legales del Antiguo Testamento: p.e., Jer 10.12-16 y 51.15-19; 2 R 19 e Is 37. Véase a H. Bojorge, Los Salmos (Montevideo: Mosca Hnos. S.A., 1976, p.11).

La ley del Señor es perfecta:

convierte el alma;

el testimonio del Señor es fiel:

hace sabio al sencillo.

Los mandamientos del Señor son rectos:

alegran el corazón;

el precepto del Señor es puro:

alumbra los ojos.

El temor del Señor es limpio:

permanece para siempre;

los juicios del Señor son verdad:

todos justos.

Deseables son más que el oro,

más que mucho oro afinado;

y dulces más que la miel,

la que destila el panal.

Salmo 19.7-10

Bienaventurado el varón

que no anduvo en consejo de malos,

ni estuvo en camino de pecadores,

ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

sino que en la ley de Jehová está su delicia,

y en su ley medita de día y de noche.

Salmo 1.1-2

UN PEREGRINAR EXTRAORDINARIO DE CONTEMPLACIÓN, ESTUDIO Y REFLEXIÓN

Mirar las estrellas el día de hoy, de acuerdo con las ciencias astronómicas contemporáneas, es como emprender un viaje al pasado. La luz que vemos llegar a nuestro entorno representa alguna estrella o cuerpo celeste que ya ha cambiado, pues le ha tomado miles y miles de años luz a esas iluminaciones llegar a la tierra. En el pasado, sin embargo, esas contemplaciones a los cielos se hacían para descubrir el porvenir, para descifrar el futuro, para conocer el mañana. Mientras los astrónomos actuales estudian el universo para comprender sus orígenes, los Magos de Oriente, por ejemplo, observaban y seguían la Estrella de Belén para entender la revelación divina y descubrir la voluntad de Dios.

El estudio de los Salmos es como la contemplación de las estrellas: A la vez, es un peregrinar al pasado y un viaje al futuro. Buscamos el origen y desarrollo de la fe de los salmistas, que contemplaban los cielos y afirmaban que eran «obra de las manos divinas». Y también nos proyectamos al porvenir, pues en el análisis de esta importante literatura bíblica descubrimos valores, enseñanzas y principios que nos capacitan para vivir a la altura de las más nobles exigencias éticas y morales. ¡El pasado nos educa y el futuro nos desafía!

Con estas imágenes en mente, emprendemos el estudio del Salterio, que nos permitirá viajar desde la historia antigua del pueblo de Israel hasta el momento esperado de la intervención liberadora y transformadora de Dios, para disfrutar y aquilatar las grandes contribuciones y los valores extraordinarios que esta literatura bíblica contiene, representa y afirma.

IMPORTANCIA DEL LIBRO DE LOS SALMOS

A través de la historia, el libro de los Salmos ha demostrado claramente su importancia y sus virtudes dentro de la literatura universal y bíblica1. El reconocimiento eclesiástico y el aprecio académico al Salterio se fundamentan en las siguientes características: Los temas y los asuntos que incluye, las plegarias y las oraciones que presenta, los problemas y las angustias que atiende, las esperanzas y los sueños que anida, los desafíos y las soluciones que articula, y los oráculos y las respuestas divinas que revela. En efecto, los salmos expresan, en un lenguaje poético, figurado, simbólico e imaginativo, las complejidades de la vida, y revelan, en categorías teológicas extraordinarias, las prioridades de Dios para la humanidad. Y la articulación y desarrollo de esas complejidades y prioridades han servido de base para la conducta, el pensamiento, la adoración, las doctrinas, el entusiasmo y la educación de creyentes judíos y cristianos por generaciones.

En el libro de los Salmos se encuentran los temas y las preocupaciones más significativas que se ponen de manifiesto en la Biblia. Esta importante obra del Antiguo Testamento presenta un catálogo extenso de asuntos y temas de gran interés teológico, pastoral, educativo, académico y humano: ¡Desde poemas que afirman a Dios como creador y sustentador del mundo y la humanidad, hasta declaraciones que destacan su poder redentor y liberador!

Los poemas de los Salmos incluyen, entre otros temas de extraordinario interés religioso y belleza literaria, las grandes obras del Señor, que tienen que ver con el juicio divino y la salvación de la humanidad; la historia de Israel y su importancia para el mundo; la santidad de la ciudad de Jerusalén –conocida poéticamente como Sión– y su particular condición de ser la ciudad de Dios; el rey David y el futuro glorioso de su descendencia en el pueblo; el reconocimiento a la gente piadosa y las críticas a las personas malvadas; la majestad de Dios y la imperfección humana; y la necesidad de la llegada e implantación del Reino de Dios en la historia.

En los salmos encontramos en forma de compendio los temas y los asuntos que ocupaban y preocupaban a la comunidad judía antigua, y que muy bien han servido para guiar las oraciones y afirmar la piedad de creyentes en las sinagogas e iglesias a través de las generaciones y los siglos. Esos poemas milenarios han servido de base para el desarrollo de una piedad reflexiva y militante, para la contemplación espiritual y el compromiso social, y para la expresión de la simbología sacerdotal y la firmeza profética.

De acuerdo con alguna literatura judía antigua2, los levitas recitaban un salmo cada día de la semana: Los domingos, el Salmo 24; los lunes, el 48; el 82, los martes; los miércoles, el 94; el 81, los jueves; los viernes, el 93; y durante el sábado o shabat, el 92. Los días de ayuno se leía el Salmo 104, y en la milenaria ciudad de Jerusalén, frente al Muro Occidental –conocido también como el de las Lamentaciones–, se debía recitar el 79.

La iglesia primitiva reconoció rápidamente la importancia del libro de los Salmos al incorporarlo en sus reflexiones teológicas y al utilizarlos en sus liturgias regulares, en sus oraciones diarias, en sus memorias evangélicas y en sus discusiones apologéticas3. Es frecuente el uso de los salmos en el Nuevo Testamento, y es evidente que fueron usados para sus discusiones teológicas más importantes, específicamente en el desarrollo y la afirmación de la cristología.

En ese necesario y fundamental sentido exegético y teológico, los salmos juegan un papel principal, pues con ellos se articularon varios títulos cristológicos de gran importancia misionera y pedagógica. Se utilizan salmos, p.ej., para afirmar la misión de Jesús en los relatos del bautismo (Sal 2), al principio de su ministerio público, y en las narraciones de la pasión (Sal 22; 31; y 69), al final de su labor histórica en Palestina. En ese sentido, los salmos fueron un recurso bíblico extraordinario para los evangelistas de las iglesias primitivas, pues les brindaron el fundamento teológico y escritural necesario para apoyar y celebrar el ministerio público y la tarea misionera de Jesús de Nazaret4.

La extensión de los temas de importancia existencial y espiritual para el pueblo y el gran uso que le dieron las primeras comunidades cristianas a los salmos preparó el camino para su uso litúrgico. Con el tiempo, y en continuidad con las tradiciones judías que les precedían, los salmos se convirtieron en recursos de adoración indispensables y en buenos modelos de piedad para la naciente iglesia cristiana: ¡El Salterio se convirtió en el himnario y el libro de oraciones de la iglesia y los creyentes!

Desde muy temprano en la historia eclesiástica, los salmos se han cantado, recitado, orado y leído, de forma individual, colectiva y antifonal, en el culto cristiano5. Y en el extraordinario estilo de los salmos bíblicos, la comunidad cristiana se ha inspirado para componer otros himnos, oraciones y poemas que revelan las dimensiones más profundas de la fe y manifiestan los compromisos éticos más nobles y gratos. Con el extraordinario lenguaje poético y simbólico de los salmos la gente de fe ha expresado sus sentimientos más hondos y profundos hacia el Creador, y también ha articulado sus dolores más angustiantes e indecibles en torno a las complejidades y adversidades de la vida.

La importancia teológica y las virtudes litúrgicas del Salterio se ponen claramente de manifiesto a través de la historia de la iglesia6. La literatura cristiana antigua, desde Clemente hasta Agustín, pasando por Justino Mártir e Ireneo, revelan la prioridad que se daba a los salmos en las reflexiones teológicas y exegéticas, y en los sermones. Además, durante la época de la Reforma, Martín Lutero y Juan Calvino utilizaron de forma magistral los poemas del Salterio para componer algunos himnos que ponían de manifiesto el acercamiento y las prioridades teológicas que afirmaban7. Y en la actualidad, la belleza de los salmos ha vuelto a inspirar poetas e himnólogos cristianos, pues en los cultos contemporáneos se nota un despertar en el uso, aprecio y cántico de los antiguos poemas del Salterio8.

En ese gran peregrinar cristiano, los salmos han sido lectura indispensable para el crecimiento teológico de las iglesias y también para el desarrollo espiritual de los creyentes. De un lado, se utilizan para las oraciones individuales y para la afirmación de la piedad individual; y del otro, son magníficos recursos para la reflexión teológica profunda y para el análisis crítico de la fe y la experiencia religiosa en el Antiguo Testamento. En los salmos se unen la fe y la razón, la piedad y la reflexión, la intimidad y el servicio, la santidad personal y el compromiso social, la espiritualidad y la militancia. La más extensa gama de las realidades humanas son objeto de análisis, comentarios, crítica, contentamientos y expresión en los salmos, pues esas dimensiones cotidianas e inmediatas de la vida ponen claramente de manifiesto las vivencias, los gozos, los contentamientos y las contradicciones humanas.

Esas características de amplitud teológica, pastoral y espiritual, y de pertinencia filosófica, educativa y social, son las que hacen que los salmos se hayan convertido en apreciada literatura universal y que reciban el reconocimiento público tanto en los grupos religiosos como en las comunidades académicas. La gente que anhela buena orientación espiritual y las personas que desean penetrar al extraordinario mundo antiguo del pensamiento y la vida israelita, encuentran en los salmos la información necesaria y los recursos literarios, teológicos e históricos pertinentes para responder adecuadamente a sus objetivos espirituales y académicos.

La primera gran imagen del Salterio compara al ser humano con el árbol que está plantado junto a las corrientes de las aguas (Sal 1.3). El poema presenta la idea de vivir una vida saludable, noble, digna, grata, próspera, liberada y productiva. El ambiente paradisíaco e ideal de la imagen nos hace preguntar: ¿Cómo los seres humanos logran ese tipo de vida? ¿Qué características indispensables necesitan las personas para el disfrute pleno de esa experiencia grata? El libro de los Salmos responde a esas inquietudes, con la siguiente recomendación clara, directa, práctica y específica: ¡Meditar en la Ley del Señor de noche y de día!

La afirmación teológica inicial del Salterio se relaciona con la importancia de escudriñar, profundizar y analizar las instrucciones y los mandamientos de Dios. Esa gran declaración espiritual y educativa es una de las ideas principales que se exploran de manera sistemática en el Salterio. Para los salmistas, el disfrute de la vida abundante se relaciona con el estudio, la comprensión, el análisis y la asimilación de la revelación divina, según se manifiesta en la Ley de Moisés (véanse, además, Sal 19; 119).

Por el carácter poético de los salmos, y también por su contenido moral, el estudio de esta literatura ha jugado un papel fundamental en la reflexión cristiana. La naturaleza misma del lenguaje religioso que se utiliza en los salmos, que es simbólico, poético, polivalente y espiritual, ha servido para expresar los sentimientos humanos que transmiten alabanzas y oraciones, adoración y piedad, gratitudes y quejas, alegrías y frustraciones, y bendiciones y maldiciones.

Los grandes ideales espirituales y éticos que incentivan la fe monoteísta han visto en los salmos un magnífico canal de expresión. Valores como la obediencia y la gratitud a Dios, la afirmación de la piedad privada y pública, el respeto a la dignidad humana y la santidad de la vida, la solidaridad con el menesteroso y el apoyo al necesitado, y la afirmación de la familia y la práctica de una vida noble, decente, respetuosa, grata, digna y justa se ponen claramente de manifiesto al leer el libro de los Salmos.

En el corazón mismo de los salmos están Dios y el ser humano en un diálogo intenso, respetuoso, grato, franco e íntimo. El Dios eterno y creador conversa con sus hijos e hijas de los asuntos impostergables, fundamentales e indispensables de la vida. Y en esos diálogos intensos y gratos nada es superfluo, nada es ajeno, nada es lejano, nada es oculto, nada es vano, pues se dilucidan los asuntos que realmente afectan, ocupan y preocupan a la humanidad: p.ej., la guerra y la paz; la vida desorientada y la existencia con propósitos; la adoración verdadera y el culto superficial; la religión justa y las prácticas litúrgicas vacías; la esperanza en Dios y la desesperanza de la gente; la grandeza divina y la fragilidad humana; la importancia de la educación y las expresiones de la gente necia; y la gloria del Señor y la miseria de las personas.

Los salmos presentan al Dios que se dirige a la humanidad para revelar su naturaleza justa y santa, y describen al pueblo que intenta, con sus oraciones y plegarias, llegar ante la presencia divina para implorar sus misericordias o para manifestar sus frustraciones. El Dios de los salmos es misericordioso y redentor, salvador y sanador, liberador y perdonador, y justo y santo. La gente de los salmos, por su parte, es pecadora y santa, hostil y grata, frágil y fuerte, pobre y rica, injusta y recta, perversa y buena, e impía y piadosa.

El encuentro de lo eterno y divino con lo temporal y humano genera la fuerza vital que es capaz de transformar a hombres y mujeres, y movilizar el cosmos. El descubrimiento de la voluntad de Dios –cuyo propósito principal es redimir al ser humano para propiciar el ambiente adecuado para la implantación de la justicia y el disfrute de la paz–es capaz de hacer gente nueva. La cercanía de lo divino en las esferas humanas, según se pone de manifiesto en los Salmos, propicia en la gente santidad, solidaridad, misericordia, bienestar, salvación, salud, dignidad, respeto y esperanza.

En torno al libro de los Salmos, muchos escritores cristianos han enfatizado sus virtudes literarias, poéticas, religiosas y teológicas. San Jerónimo, p.ej., destacaba que ¡en la iglesia había mujeres que aprendían el idioma hebreo para entender mejor el Salterio! San Atanasio de Alejandría afirmaba que los salmos eran la Biblia en miniatura, idea que influenció la teología de Martín Lutero, pues el famoso reformador alemán se hace eco de esas ideas en su traducción de los Salmos, y Juan Calvino relacionaba con regularidad las experiencias de David con las vivencias humanas de su generación.

Respecto al Salterio, específicamente sobre el Salmo 1, San Ambrosio (+397), obispo de Milán, indicó:

«El salmo es un himno de alabanza entonado por el pueblo de Dios, es glorificación del Señor, cántico de alabanza cantado por la comunidad, exclamación de toda la humanidad, aclamación del universo, voz de la Iglesia, confesión armónica de la fe, entrega total al poder (divino), libertad feliz, clamor de felicidad, eco de alegría. El salmo mitiga la ira, elimina las tristezas y alivia las amarguras. Es arma durante la noche, enseñanza durante el día. Escudo en medio del temor, celebración festiva con aire de santidad. Fiel imagen del recogimiento, prenda de paz y armonía»9 .

Las virtudes de los salmos también se han puesto de relieve en la música y la literatura occidental. Esa influencia del Salterio se manifiesta claramente tanto en los cantos gregorianos como en las obras clásicas de Mozart, Schubert, Mendelsson y Brahms; y, además, se muestra en composiciones más modernas y recientes, como la Sinfonía de los salmos de Stravinski y los Chichester Psalms de Berstein10 . Inclusive, esa importancia del Salterio se revela no solo en la literatura clásica sino en obras latinoamericanas recientes, como es el buen caso de los poemarios de Ernesto Cardenal11.

En el Antiguo Testamento, los cánticos y las oraciones poéticas sobrepasan los límites del libro de los Salmos. Mucho antes de que el Salterio se editara, ya el pueblo de Israel articulaba poesías que llevaban ante la presencia divina sus sentimientos más intensos. Esas expresiones literarias se incluyen en diversas secciones de la Biblia hebrea y revelan las preocupaciones más hondas de la comunidad israelita de antaño.

Entre los poemas bíblicos más antiguos se pueden identificar los siguientes12 :

• El cántico del Mar (Éx 15.1-18)

• El cántico del Arca (Nm 10.35-36)

• Los oráculos de Balaam (Nm 23–24)

• El cántico de Moisés (Dt 32)

• La bendición de Moisés (Dt 33)

• El cántico de Débora (Jue 5)

• El cántico de Ana (1 S 2.1-10)

En la literatura deuterocanónica o apócrifa13 también se incluyen algunos salmos que revelan la popularidad antigua de este tipo de literatura poética (p.ej., Tob 3.2-6; 3.11b-15; 13.1-17; Jdt 16.1-17; Sir 39.16-31; 51.1-11; Sab Sal 16.24–19.22). De particular importancia en torno a este tema, son los llamados «otros salmos de David» (Sal 151–155), que han sobrevivido a través de la historia de forma fragmentaria, y que se inspiran en varios episodios de la vida del famoso monarca de Israel14 .

Los descubrimientos del Mar Muerto también son testigos de una serie importante de salmos no canónicos, conocidos como Hoyadot, que es el sustantivo de un verbo que significa «agradecer»15 . Y el Nuevo Testamento continúa esa magnífica tradición teológica y literaria al incorporar varios salmos e himnos antiguos a sus mensajes de renovación, esperanza, liberación y confianza (Lc 1.46b-55; Fil 2.6-11; Col 1.15-20; Jn 1.1-3).

1 362,14 ₽
Возрастное ограничение:
0+
Объем:
1038 стр. 14 иллюстраций
ISBN:
9781646911929
Издатель:
Правообладатель:
Bookwire
Формат скачивания:
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 5 на основе 2 оценок
По подписке
Текст
Средний рейтинг 3,3 на основе 4 оценок
Текст PDF
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
По подписке
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок
Текст
Средний рейтинг 0 на основе 0 оценок