Fundamentos de Macroeconomía: un enfoque didáctico aplicado a la realidad peruana

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Figura 1.5

Representación de una curva de oferta


Es conveniente destacar que, como resultado del cambio en el precio, en una función como la de la figura 1.5, se producirá un «movimiento a lo largo de la curva de la oferta». Es decir, si se mantienen constantes todos los demás factores que influyen sobre la oferta del producto, el cambio en el precio de este último generará un movimiento de la cantidad ofertada19. La figura 1.6 ejemplifica dicho proceso para un aumento del precio de «P1» a «P2». Dicha figura también facilita la interpretación de los puntos que constituyen la función de oferta. En ese sentido, un punto como «A» indica que, a un precio «P1», lo máximo que ofrecerá el ofertante será una cantidad «q1» (podría ofrecer menos, pero nunca ofrecerá más ceteris paribus). Para que oferte más, el precio deberá subir a «P2». A su vez, por la unidad «q1», el ofertante estará dispuesto a recibir como mínimo «P1». Es posible observar, en ese sentido, que por unidades adicionales como «q2» el precio mínimo que el ofertante estará dispuesto a recibir es mayor: «P2». La explicación intuitiva de ello es simple: solo un precio mayor compensa el mayor esfuerzo (y, por lo tanto, los mayores costos adicionales) asociado a ofrecer productos adicionales: solo cuando el precio del cobre suba, los empresarios se animarán a extraer y ofertar el cobre ubicado en las zonas de la mina de mayor dificultad en el acceso.

Figura 1.6

Movimiento a lo largo de la curva de la oferta


Igualmente, es importante distinguir un «movimiento a lo largo de la curva de la oferta» de un «desplazamiento de la curva de la oferta». Este último no se debe a un cambio en el precio, sino a una variación en alguno de los otros factores que influyen sobre la cantidad ofertada. En efecto, tal como fue explicado previamente, el precio no es la única variable independiente de una función de oferta. Sin embargo, en un plano cartesiano, solo es posible identificar dos variables (una para cada eje); de este modo, es usual ubicar la cantidad ofertada (variable dependiente) en el eje de las abscisas y el precio (variable independiente), en el eje de las ordenadas. Este último procedimiento asume que las demás variables independientes de la oferta permanecen constantes: «ceteris paribus». No obstante, cuando alguna de ellas cambia y el precio del producto analizado permanece constante, el resultado es un desplazamiento de la curva de la oferta. En consecuencia, si cambia el precio de un producto, cambiará su cantidad ofertada; mientras que si cambia cualquier otro factor, cambiará su oferta20. Este último caso es presentado en la figura 1.7, donde es posible observar una expansión de la oferta.

Figura 1.7

Desplazamiento (expansión) de la curva de la oferta


Entre las variables que generan desplazamientos de la curva de la oferta, Mankiw (2007) destaca los precios los factores productivos, la tecnología, las expectativas y el número de vendedores. A continuación, es ofrecido mayor detalle sobre dichos factores.

• Precio de los factores productivos

Para poder producir un bien o servicio, las empresas necesitan factores de producción, entre los cuales destacan insumos como el capital (K) y el trabajo (L). El primero se refiere a capital físico (por ejemplo, maquinarias); mientras que el segundo, a los conocimientos y habilidades de los trabajadores21. Dichos conocimientos y habilidades, en algunos casos, son el resultado de habilidades innatas, aunque, generalmente, son adquiridos gracias a la educación y la experiencia laboral22. Si los insumos se encarecen, será más costoso producir cada unidad del bien o el servicio, por lo cual, para cada nivel de precio, el empresario ofertará una menor cantidad del producto en cuestión. En consecuencia, existe una relación inversa entre el precio de los factores de producción y la oferta del bien o servicio analizado. Lo expuesto puede ser resumido de la siguiente manera para el caso del insumo capital23:

Insumo capital:

• Tecnología

La tecnología es la forma en que los insumos son aprovechados para producir bienes o servicios. En ese sentido, una mejora tecnológica implica que es posible producir más con la misma cantidad de insumos, lo cual suele estar asociado a una reducción en los costos. Por lo tanto, una mejora tecnológica debería expandir la oferta (desplazamiento hacia la derecha de la curva de oferta).

• Expectativas

Las expectativas sobre el precio futuro del bien o servicio también influyen en la oferta. Si los empresarios mineros esperan que, durante los próximos meses, suba el precio del cobre, reducirán su oferta presente de cobre, para poder incrementar la oferta futura de este mineral y beneficiarse así de los mayores precios que alcanzaría el cobre. En cambio, si los empresarios mineros esperan que durante los próximos meses baje el precio del cobre, aumentarán su oferta presente de cobre para aprovechar los mayores precios actuales del cobre.

Precios futuros:

• Número de vendedores

La oferta de un bien o un servicio será mayor en la medida en que haya más proveedores que lo ofrezcan. De esta manera, a medida que entran (salen) empresas, la oferta aumentará (disminuirá).

Número de vendedores:

El proceso de agregación (entrada de ofertantes al mercado) es explicado con mayor detalle a continuación. En efecto, hasta el momento, han sido analizados la oferta y sus factores explicativos. Sin embargo, algunos casos se han referido a la oferta del mercado, mientras que otros, a la oferta de un proveedor de dicho mercado. En ese sentido, es importante distinguir la oferta de mercado de la oferta individual. Ambas cumplen la ley de la oferta, pero la oferta de mercado de un producto es el resultado de la suma de las ofertas individuales de los proveedores o vendedores de dicho producto24.

Operativamente, la oferta de mercado puede ser construida sumando de manera horizontal las ofertas individuales de cada uno de los agentes o grupos de agentes del mercado. La suma horizontal responde a la agregación de cantidades para un determinado precio. Por lo tanto, es necesario sumar o agregar las funciones de oferta y no las funciones de oferta inversas. En términos simples, sumar cantidades, no sumar precios. Así, la oferta total o de mercado aparecería luego de calcular la cantidad total ofrecida en el mercado bajo el siguiente procedimiento25:


La cantidad total ofertada en el mercado (ST) es calculada mediante la suma de las curvas de oferta individuales (). Sin embargo, para poder hallar correctamente la curva de oferta de mercado, es importante considerar que, para determinados precios, solo algunos agentes del mercado serán productores o vendedores del bien o servicio en cuestión, mientras que otros dejarán de serlo. Debido a ello, en diversos casos de agregación de ofertas individuales, la curva de oferta de mercado será una función constituida por diferentes tramos. La figura 1.8 ilustra esta idea, pues, para el intervalo de precios que va del punto «A» al punto «B», los precios correspondientes determinan que el único ofertante sea el que corresponde a la oferta individual «S2»; mientras que para el intervalo de precios que va del punto «B» al punto «C»26, «S1» y «S2» son ofertantes.

Figura 1.8

Suma de ofertas individuales


1.2.3 El equilibrio del mercado

Hasta la subsección anterior, ha sido analizado por separado el comportamiento de los consumidores y de los productores del mercado. En términos de funciones, para un determinado nivel de precios, a cada uno de estos dos grupos le corresponderá una cantidad. Se trata de la cantidad demandada, en el caso de los consumidores, y de la cantidad ofertada, en el caso de los productores. Esta diferencia de cantidades se debe a que ambos grupos responden a funciones y a leyes diferentes. En el caso de los consumidores, a la ley de la demanda y, en el caso de los productores, a la ley de la oferta. No obstante, es posible identificar un precio que garantizará que la cantidad demandada será igual a la ofertada. Ello sucederá en el denominado «punto de equilibrio»; es decir, un par ordenado (de cantidad, en las abscisas, y de precio, en las ordenadas) que se ubica en el cruce de la función de la demanda con la función de la oferta, tal como presenta la figura 1.927. Dicho punto de equilibrio puede ser calculado resolviendo el sistema de ecuaciones que conforman las funciones de oferta y demanda, cuando estas últimas responden a funciones lineales.

Figura 1.9

Equilibrio del mercado


En la figura 1.9, el par ordenado (QE;PE) es el punto de equilibrio. Precisamente, el equilibrio es una situación en la cual ningún agente es incentivado a modificar su comportamiento. En ese sentido, ante un precio de equilibrio, la cantidad que demanden todos los consumidores será exactamente igual a la que ofrezcan todas las empresas (Nicholson, 2007). En cambio, un precio mayor que el de equilibrio generará que la cantidad ofertada supere a la cantidad demandada, lo cual corresponde a una situación de exceso de oferta, también denominada «excedente» o «sobreproducción». A su vez, un precio menor que el de equilibrio ocasionará que la cantidad ofertada sea menor que la cantidad demandada, lo cual corresponde a una situación de exceso de demanda, también denominada «faltante» o «escasez». Si el mercado es competitivo, cualquiera de los dos desequilibrios descritos ocasionará que el precio se ajuste de tal manera que los excesos desaparezcan.

 

En efecto, ante un exceso de oferta, las fuerzas del mercado operan para bajar el precio hasta llevarlo a su nivel de equilibrio. Para entender este proceso, conviene recordar que los productores no pueden obligar a los consumidores a que adquieran una cantidad mayor que la que están dispuestos a comprar a determinado precio. Por ello, en respuesta a la sobreproducción, algunos ofertantes, incapaces de vender las cantidades que planearon, bajarán sus precios de venta28. Conforme se reduce el precio, también lo hace la sobreproducción, pues un precio menor baja la cantidad ofertada y sube la cantidad demandada (ello es explicado por las leyes de la oferta y la demanda, respectivamente)29. Cuando el precio ha bajado hasta un nivel en donde desaparece el exceso de oferta, las fuerzas que lo impulsaron a reducirse dejan de operar. Así, es alcanzado el precio de equilibrio (Parkin, 2004).

En cambio, ante un exceso de demanda, las fuerzas del mercado suben el precio del producto escaso hasta llevarlo a su nivel de equilibrio. Para entender este proceso, conviene recordar que los consumidores no pueden obligar a las empresas a que ofrezcan una cantidad mayor que la que están dispuestas a vender a determinado precio. Por ello, luego de percatarse de la escasez del producto en el mercado, los empresarios subirán su precio de venta30. Conforme aumenta el precio, la escasez se reduce, pues un precio mayor incrementa la cantidad ofertada y disminuye la cantidad demandada (ello es explicado por las leyes de la oferta y la demanda, respectivamente)31. Cuando el precio ha subido hasta un nivel en donde desaparece el exceso de demanda, las fuerzas que lo impulsaron a aumentar dejan de operar. De este modo, es alcanzado el precio de equilibrio (Parkin, 2004).

En suma, mediante ajustes en los precios, el mercado corrige (limpia) los excesos de oferta y de demanda. De allí que sea común afirmar que dichos ajustes «limpian», «saldan» o «vacían» el mercado. En ese sentido, también es común afirmar que, al regresar al equilibrio, el mercado se ha «limpiado» o se ha «vaciado». Precisamente, la figura 1.10 muestra cómo, a un precio «P0», se produce un exceso de oferta, que está constituido por la distancia que separa los puntos «A» y «B». Para equilibrar el mercado, el precio bajará hasta su nivel de equilibrio (PE). En cambio, a un precio «P1», se produce un exceso de demanda, que está constituido por la distancia que separa los puntos «F» y «G». Para equilibrar el mercado, el precio subirá hasta su nivel de equilibrio (PE).

Figura 1.10

Proceso de regreso al equilibrio de mercado ante un exceso de oferta o de demanda


Una vez que es alcanzado el precio de equilibrio, no existen fuerzas que sigan impulsando cambios en los precios (ni compradores ni vendedores son incentivados a cambiar el precio), por ello, el equilibrio puede ser calificado de «estable». Como señala Parkin (2004, p. 69), «Al precio en que la cantidad demandada y la cantidad ofrecida son iguales, ni compradores ni vendedores pueden hacer negocio a un mejor precio. Los compradores pagan el precio más alto que están dispuestos a pagar por la última unidad en venta, y los vendedores reciben el precio más bajo al que están dispuestos a ofrecer la última unidad en venta». Ciertamente, si en un mercado de competencia perfecta el precio se ubicara fuera del equilibrio, las mismas fuerzas del mercado harían regresar el precio a una situación de equilibrio. Dichas fuerzas no son más que las presiones generadas por la interacción entre compradores y vendedores. De allí que sean asociadas a la noción de la «mano invisible» propuesta por Adam Smith (1723-1790).

1.3 Elasticidades

La elasticidad mide la sensibilidad o grado de respuesta de una variable dependiente «X» ante cambios en una de las variables independientes «Y» que influyen sobre «X» ceteris paribus. De esta manera, es posible expresar la elasticidad (ε) como:


La fórmula anterior constituye la comparación de dos variaciones porcentuales. A partir de ella, pueden ser generadas tres elasticidades de la demanda32 regularmente aplicadas: la elasticidad precio, la elasticidad ingreso y la elasticidad cruzada.

1.3.1 Elasticidad precio de la demanda

La elasticidad precio de la demanda compara la variación porcentual de la cantidad demandada (variable dependiente) con la variación porcentual del precio del producto (variable independiente)33:


Otra forma de expresar la elasticidad precio es obtenida de la siguiente reagrupación:


La fórmula anterior evidencia que es posible calcular la elasticidad precio (al igual que el resto de elasticidades de la demanda y de la oferta) de dos maneras: (i) como la división o comparación de dos variaciones porcentuales (que corresponde a la fracción ubicada más a la izquierda de la fórmula anterior) o (ii) como la multiplicación de una pendiente «n» por una fracción (que corresponde a la fracción ubicada más a la derecha de la fórmula anterior) cuyo numerador es un precio inicial «P1» y su denominador es una cantidad inicial «Q1». Ciertamente, «Q1» y «P1» constituyen el punto (el par ordenado) donde es medida la elasticidad. De allí que este método de cálculo de la elasticidad sea denominado «elasticidad punto».

El método de elasticidad punto, usado para calcular la elasticidad, también permite entender por qué el valor de la elasticidad precio cambia en cada punto ubicado a lo largo de la función de la demanda, incluso cuando esta última es lineal. En efecto, en una recta, la pendiente (n) es constante, pero el punto en el cual será medida la elasticidad (Q1;P1) cambiará de valores a lo largo de la recta. Por lo tanto, el valor de la elasticidad precio cambia al variar el punto en el cual es medida la elasticidad. Dicho punto es denominado de diversas maneras: «punto inicial», «punto de origen» o «punto de partida». Más allá de la denominación, es importante reconocer que, desde el punto inicial, ocurre el cambio en el precio que lleva al denominado «punto final» o «punto de llegada»: (Q2;P2).

Por su parte, la pendiente (n), presentada dentro de la fórmula de la elasticidad precio, corresponde a la pendiente (ΔQ/ΔP) de la función lineal de demanda; es decir, la que aparece multiplicando al precio (P) cuando la cantidad demandada (Q) es despejada. En cambio, si la variable despejada fuera el precio (P), la ecuación correspondería a la función de demanda inversa y su regla de correspondencia sería la de la ecuación intercepto-pendiente de la recta, cuya pendiente (m) sería la inversa de «n», es decir, ΔP/ΔQ, tal como detallan las siguientes fórmulas:

Función de demanda: donde

Función de demanda inversa: donde


En las ecuaciones anteriores, «a» y «b» corresponden al «x intercepto» y al «y intercepto» de la recta, respectivamente; mientras que «n» y «m» asumen valores negativos por la ley de la demanda. En todo caso, es pertinente enfatizar que la elasticidad precio, calculada mediante el método de elasticidad punto, arrojará el mismo valor para un determinado punto inicial o de partida (Q1;P1), sin importar cuál sea el punto final (Q2;P2). Obviamente, si el punto en el cual es calculada la elasticidad fuera (Q2;P2), el valor de la elasticidad precio sería diferente al que se obtendría al calcularla en el punto (Q1;P1). De allí que para calcular una elasticidad promedio a lo largo del segmento de recta constituido por los puntos (Q1;P1) y (Q2;P2), sea común acudir al método de «elasticidad arco», también conocido como «elasticidad promedio» o «elasticidad punto medio». Basta notar que, en su fórmula, la cual es presentada a continuación, el valor con respecto del cual es comparado el cambio en la cantidad es el promedio de las cantidades inicial (Q1) y final (Q2); mientras que el valor con respecto del cual es comparado el cambio en el precio es el promedio de los precios inicial (P1) y final (P2).


El lector se preguntará cuál método utilizar para calcular la elasticidad precio. En términos generales, cuando el cambio en el precio es «pequeño», es recomendable utilizar la fórmula de la elasticidad punto. La justificación de ello es que, a medida que el intervalo de precios es cada vez menor (es decir, cuando «P2» se acerca cada vez más a «P1»), el cambio en el precio tiende a cero, por lo cual se genera una aproximación a un valor puntual. Por el contrario, cuando el cambio en el precio es «grande», es recomendable utilizar la fórmula de la elasticidad arco. En todo caso, los ejercicios introductorios de Microeconomía suelen especificar a cuál método de cálculo de elasticidad debería acudir el estudiante.

Si el método de cálculo de elasticidad aplicado corresponde a la fórmula de la elasticidad punto, el valor que arroje determinará si un bien o un servicio puede ser clasificado como elástico, inelástico o de elasticidad unitaria «en determinado punto». En cambio, si el método de cálculo ha sido la elasticidad arco, un producto será inelástico, elástico o de elasticidad unitaria «en promedio a lo largo de determinado tramo o segmento» de la recta de la demanda. La siguiente tabla resume los valores que puede asumir la elasticidad precio de la demanda.34

Tabla 1.1

Valores de la elasticidad precio de la demanda


Perfectamente elástico34eQP = ∞∆%P = 0
ElásticoeQP > 1|∆%P | < |∆%Q |
Elasticidad unitariaeQP = 1|∆%P | = |∆%Q |
Inelástico0 < eQP < 1|∆%P | > |∆%Q |
Perfectamente inelásticoeQP = 0∆%Q = 0

Es importante distinguir la elasticidad precio a lo largo de la demanda de aquella que presentan los dos casos extremos: la demanda perfectamente elástica y la demanda perfectamente inelástica. En ese sentido, si la demanda es lineal y la elasticidad precio es calculada mediante el método de la «elasticidad punto», en cada punto del segmento de recta que corresponde a la demanda serán obtenidos diferentes valores de elasticidad

precio. Este resultado sucederá siempre y cuando dicha demanda lineal posea una pendiente negativa y, por lo tanto, su gráfica pueda cortar a ambos ejes en el primer cuadrante del plano cartesiano. Tal como muestra la figura 1.11, conforme se reduce el precio, la elasticidad precio pasa de un valor infinito, obtenido en el punto del intercepto de la recta con el eje de los precios, a un valor de cero, calculado en el punto del intercepto de la recta con el eje de las cantidades. En el punto medio de la demanda «M»35, la elasticidad precio es unitaria. Por encima del punto medio, los valores de la elasticidad precio serán elásticos y cada vez mayores conforme aumenta el precio36. Finalmente, por debajo del punto medio, los valores de la elasticidad precio serán inelásticos y cada vez más cercanos a cero conforme disminuye el precio37.

 

Figura 1.11

Elasticidad precio a lo largo de la demanda lineal


A manera de resumen, el punto medio de la recta tendrá elasticidad unitaria, los puntos por encima del punto medio presentarán elasticidad mayor que 1 (tramo elástico de la curva de demanda) y los puntos por debajo del punto medio presentarán elasticidad menor que 1 (tramo inelástico de la curva de demanda). Finalmente, el punto de corte con el eje de las ordenadas tendrá elasticidad infinita y el punto de corte con el eje de las abscisas tendrá elasticidad igual a cero.

Solo en los casos extremos de una recta de demanda horizontal (demanda perfectamente elástica) o de una recta de demanda vertical (demanda perfectamente inelástica), el valor de la elasticidad precio será el mismo a lo largo de todos los puntos de la demanda. Así, en la figura 1.12, la demanda será perfectamente inelástica solo en un punto: el que corresponde a un precio igual a cero. En todo caso, es importante analizar la elasticidad precio que presentan los dos casos extremos de la función lineal de demanda: la perfectamente elástica y la perfectamente inelástica. En ambos casos, las demandas presentan una pendiente constante y generan la misma elasticidad precio en cada punto de sus respectivas funciones. El primer caso es presentado en la figura 1.12, en la cual la pendiente de la función de demanda inversa es cero. Por ello, la demanda es una recta horizontal (sin grado de inclinación y paralela al eje de las cantidades). Además, corta únicamente a un eje, el de los precios, en el punto (0;P*). En este caso, la demanda es perfectamente elástica en todos los puntos de la función.

Figura 1.12

Demanda perfectamente elástica


El segundo caso es presentado en la figura 1.13, en el cual la pendiente de la función de demanda inversa es «∞» (infinita). Se trata de una recta vertical (paralela al eje de los precios), la cual corta únicamente a un eje, el de las cantidades, en el punto (Q*;0). En este caso, la demanda es perfectamente inelástica en todos los puntos de la función. Ello implica que los consumidores siempre comprarán la misma cantidad «Q*» sin importarles el precio del producto.

Figura 1.13

Demanda perfectamente inelástica


Evidentemente, un producto puede ser elástico para un consumidor e inelástico para otro. No obstante, la teoría económica ha identificado tendencias detrás de los valores posibles que arroja la elasticidad precio. Al respecto, Mankiw (2007) resume un conjunto de determinantes de la elasticidad precio de la demanda: la necesidad del bien, la disponibilidad de sustitutos cercanos, la definición del mercado y el horizonte de tiempo38.

En efecto, los productos más necesarios tenderán a ser más inelásticos; por ejemplo, si sube significativamente el precio de un medicamento indispensable para la vida de un conjunto de pacientes (la insulina para un enfermo de diabetes, por ejemplo), es probable que estos consumidores realicen grandes esfuerzos por no dejar de consumir las dosis que requieren de dicho medicamento. Debido a ello, a pesar del aumento del precio, la caída porcentual de la cantidad no será significativa. Aquí también opera la «dosificación del medicamento»; por ejemplo, si el precio de un medicamento baja a la mitad, no es racional asumir que un paciente consumirá el doble de la dosis que le fue prescrita por el médico. Por su parte, los productos de menor necesidad, por ejemplo los denominados bienes de lujo, presentan demandas más elásticas39.

Por otro lado, los productos con mayor cantidad de sustitutos tienden a mostrar una demanda más elástica. La explicación es evidente: un pequeño aumento en el precio del producto determina que los consumidores migren con facilidad a alguno de sus diversos sustitutos, lo cual genera una caída porcentual mucho más significativa en la cantidad demandada que la que mostrarían aquellos productos con pocos o, prácticamente, ningún sustituto cercano. Así, los productos que no presentan muchos sustitutos tenderán a generar valores de elasticidad precio más inelásticos.

La definición de mercado o de producto también influye sobre el valor de la elasticidad precio. De este modo, cuando el producto transado en un mercado es más específico (es decir, cuando su mercado ha sido definido en sentido muy estricto), su elasticidad precio tiende a ser más elástica, pues, normalmente, es más fácil encontrar sustitutos. Por ejemplo, las empanadas de carne de res pueden ser sustituidas por diversos alimentos (obviamente, dicha sustitución depende del gusto del consumidor). En cambio, los alimentos constituyen un producto más amplio (su mercado ha sido definido de modo más general), por lo cual es más difícil sustituirlos. En ese sentido, los alimentos serán más inelásticos que las empanadas de carne de res. Para mayor claridad, recuerde que los alimentos no pueden ser sustituidos por prendas de vestir (las prendas de vestir no pueden ser usadas como alimento); sin embargo, las empanadas de carne de res sí pueden ser sustituidas por empanadas de carne de pollo o por hamburguesas de carne de res.

Otro determinante de la elasticidad precio de la demanda es el horizonte de tiempo. En efecto, a medida que aumenta el período de análisis, aumenta el valor de la elasticidad. Por ejemplo, ante un incremento del precio de la gasolina, es probable que el cálculo de la elasticidad precio arroje un valor inelástico si este cálculo es realizado considerando como punto final al que corresponde al nuevo precio y a la cantidad demandada pocos días después del incremento del precio. Sin embargo, si el cálculo utiliza como punto final o de llegada a aquel que corresponde a la cantidad demandada varias semanas después del aumento del precio, el valor de la elasticidad precio será más elástico. Ello se debe a que un período amplio permite buscar sustitutos y realizar las acciones necesarias para consumirlos. En efecto, de un día a otro, será difícil que un taxista deje de consumir gasolina si su automóvil posee un motor que solo opera con gasolina. Sin embargo, algunas semanas después, podría haber encontrado algún sustituto, como el gas natural vehicular, y haber realizado las instalaciones necesarias para que su automóvil funcione con dicho sustituto. Este tipo de cambios difícilmente pueden ser realizados de un día a otro, por ello, medir la elasticidad en períodos cortos arroja valores más inelásticos que en períodos más extensos.

A los factores identificados por Mankiw (2007), conviene añadir el precio relativo al ingreso. En efecto, mientras menor sea el porcentaje que representa el precio de un producto respecto del ingreso del consumidor, más inelástico será dicho producto. Por ejemplo, el precio de un caramelo representa un porcentaje muy reducido de los ingresos anuales de un hogar de clase media. Por ello, si el precio de los caramelos se incrementa en un 50%, es probable que la cantidad demandada de caramelos anualmente se reduzca en un porcentaje mucho menor que el 50%. Lo mismo no sucederá con productos que ocupan un mayor porcentaje del ingreso de una familia de clase media como podrían ser las entradas al teatro. En ese sentido, si el precio de este producto se incrementa en un 50%, es probable que la cantidad de visitas al teatro realizadas anualmente se reduzca en un porcentaje elevado.

1.3.2 Elasticidad ingreso de la demanda

La elasticidad ingreso compara la variación porcentual de la cantidad demandada con la variación porcentual del ingreso «M» del consumidor o los consumidores ceteris paribus:


Dependiendo del valor de su elasticidad ingreso, los bienes o los servicios pueden ser clasificados como normales o inferiores. Un bien normal es aquel cuya elasticidad ingreso es positiva; es decir, que, ante aumentos en el ingreso, la cantidad demandada también se incrementará y viceversa. Por otro lado, un bien inferior es aquel en el cual su elasticidad ingreso es negativa; es decir, que, ante aumentos en el ingreso, la cantidad demandada se reducirá y viceversa. Usualmente, los bienes inferiores son aquellos que son percibidos por el consumidor como de menor calidad; por ello, cuando aumentan sus rentas o ingresos, los demandantes sustituyen dichos bienes por productos que perciben como de mayor calidad. Conviene destacar que algunos autores introducen un tercer tipo de bien en función de su ingreso: el bien superior. Este tipo de productos cumplen la misma relación directa entre el ingreso y la cantidad demandada que los bienes normales; con la diferencia de que su elasticidad arroja un valor mayor que 1. La siguiente tabla resume los valores que puede asumir la elasticidad ingreso de la demanda.

Tabla 1.2

Valores de la elasticidad ingreso de la demanda


Bien superioreQM > 1↑M ⇒↑Q; ↓M ⇒↓Q y |∆%M| < |∆%Q|
Bien normal0 < eQM < 1↑M ⇒↑Q; ↓M ⇒↓Q y |∆%M| > |∆%Q|
Bien inferioreQM < 0↑M ⇒↓Q

1.3.3 Elasticidad precio cruzada de la demanda

La elasticidad precio cruzada compara la variación porcentual de la cantidad demandada de un bien «X» con la variación porcentual del precio de un bien «Y» ceteris paribus:


Según el valor que arroje la elasticidad precio cruzada, los bienes «X» e «Y» pueden clasificarse como sustitutos o complementarios. Tal como fue explicado anteriormente, un par de bienes son considerados sustitutos en el consumo si es que el precio del bien «Y» y la cantidad demandada del bien «X» guardan una relación directa; por lo que su elasticidad precio cruzada arroja un valor positivo. En cambio, si la relación entre el precio del bien «Y» y la cantidad demandada del bien «X» es inversa, entonces ambos bienes serán complementarios en el consumo; en ese sentido, su elasticidad precio cruzada es negativa. Finalmente, si el valor de la elasticidad precio cruzada es aproximadamente cero, se trata de bienes no relacionados. La siguiente tabla resume los valores que puede asumir la elasticidad precio cruzada de la demanda.

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