La tecnología, siglos XVI al XX

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El criterio de periodización propuesto por Trabulse resulta de observar el grado de adopción de estas tradiciones científicas en México, en efecto:

1 1521-1580: Adaptación de la ciencia europea: botánica, zoología, geografía, medicina, etnografía y metalurgia.

2 1580-1630: Introducción de textos herméticos: astrología y alquimia.

3 1630-1680: Desarrollo de la tradición hermética: matemáticas y astronomía.

4 1680-1750: El mecanicismo toma carta de naturalización.

5 1750-1810: Triunfo de las teorías mecanicistas.

6 1810-1821: Violenta crisis que frena la actividad científica.

7 1821-1850: Empuje de la Ilustración.

8 1850 -: Impulso positivista de la ciencia mexicana.





NOTAS

1 Manuel Cazadero, Las revoluciones industriales, fce, México, 1995, p. 10.[regresar]

2 La presente periodización considera la interpretación de las "ondas largas" de Emest Mandel, El capitalismo tardío, Era, México, 1979; Las ondas largas del desarrollo capitalista. La interpretación marxista, Siglo XXI Editores, Madrid, 1986, con algunos ajustes y complem entaciones de las características tecnológicas.[regresar]

3 Las relaciones interinstitucionales toman diversas formas para compartir el riesgo de las etapas de los procesos de innovación y difusión de las tecnologías. En especial las asociaciones entre empresas, gobierno y universidades-centros de investigación. De aquí la propuesta de las PPP (Public/Private/Partnerships) que se proponen para la innovación tecnológica. OECD-Conacyt (2002), Joint Mexico-OECD Conference on International Public/Private/Partnerships for Innovation, 2-3 December, Puerto Vallarta, México.[regresar]

4 Se cuenta con publicaciones periódicas acerca del tem a de la innovación y la regionalización. Baste referir el libro de Feldm an Maryann y Nadine Massard, Institutions and Systems in the Geography of Innovation, Kluwer Academic Publishers, New York, 2002.[regresar]

5 Los procesadores siguen una trayectoria tecnológica que va del 4004 Processor con 2300 transistores, innovado en 1971, al Pentium 4 con 42 millones de transistores, en el año 2000. Es decir, se ha seguido la Ley de Moore, cofundador de la empresa INTEL, quien vaticinó un crecim iento exponencial, ya que se duplicaría la capacidad de procesamiento cada 18 meses.[regresar]

6 Rodolfo Ramírez Quintero, "Biotecnología", en Leonel Corona (coord.), México ante las nuevas tecnologías, CIIH-UNAM/Porrúa, México, 1991, p. 176.[regresar]

7Fem ando Rosenzweig, "El desarrollo econ ó m ico de México de 1877 a 1911", en Enrique Cárdenas (comp.), Historia económica de México (Lecturas del Trimestre Económico núm. 64), FCE, México, 1992, pp. 405-454.[regresar]

8Gilberto Rodríguez y Rodríguez, "Evolución de la industria eléctrica en M éxico", en Daniel Reséndiz (coord.), El sector eléctrico de México, CFE/FCE, México, 1994, p. 16.[regresar]

Técnicas en conflicto
( 1521-1762)

EL PROCESO DE CONQUISTA español sobre las antiguas culturas mesoamericanas, posible por su superioridad en tecnología militar, reemplazó violentamente la organización del trabajo indígena, reorientándolo con sus propias técnicas a los objetivos económicos de la Corona española. Al enfrentarse dos tipos de técnicas se instaura, ante ello, un proceso de explotación que parte de las condiciones preexistentes pero que se combina con las técnicas españolas. El proceso de explotación sigue un patrón extensivo de producción tanto en el trabajo como en los recursos naturales, adaptando en principio ciertos conocimientos, técnicas e instrumentos indígenas, a la vez que se introducen diferentes técnicas europeas, sobre todo en la agricultura. Este proceso conlleva, posteriormente, a innovaciones en ciertos procesos productivos como la minería, y a la incorporación y adopción de la enseñanza de las ciencias.

DE LA COA AL ARADO: IRRUPCION DE LAS TÉCNICAS

ESPAÑOLAS Y CHOQUE CON LAS TÉCNICAS INDÍGENAS

(1521-1548)

Dos dinámicas del conocim iento y de concepción de sus mundos se enfrentan de manera abrupta con el encuentro de América y Europa en 1492. El encuentro se convierte en conquista en 1521, cuando las fuerzas del caballo, las armas de hierro, la pólvora y la organización militar se desbocan en el campo abierto de América.

La técnica irumpe a partir de la Conquista, dentro del marco de la superioridad militar que permite someter, sin modificar, la organización social indígena a los intereses de los conquistadores.9 La superioridad se conserva con el fin de preservar el dominio de los conquistadores, al no transferir las armas, instrumentos y conocimientos, y sí adoptar algunas armas de los indígenas.10 El enfrentamiento lleva a la supeditación, la mezcla o la conservación de las distintas técnicas de producción, organización y conocimientos indígenas. Entonces, la destrucción o sobrevivencia de las técnicas indígenas depende de su relación con los objetivos de expoliación del dominio español.

Con la Conquista la organización social de los indígenas no se reemplaza inmediatamente, pues sólo se sustituye a quienes han venido recibiendo el tributo, ya que se transfiere ahora a los nuevos "nobles" o "principales" españoles. Los nobles indígenas acompañan a los indígenas para entregar su tributo a los conquistadores.11


Manuscrito mexicano de la biblioteca del Vaticano, en el Códice Kingsborough, Madrid, 1912 (FRSA-UNAM), p. 206 del libro El otro Occidente. Los orígenes de Hispanoamérica, de Abelardo Martín Miranda, Telmex, México, 1992.

La organización social del trabajo indígena se articula mediante la encomienda, con el fin de administrar el trabajo indígena por los conquistadores. Con la encomienda se sustituye la organización imperial azteca, de tal manera que los españoles son los receptores del producto generado por los pueblos indígenas. El trabajo gratuito que proporcionan los indígenas hace posibles las primeras actividades productivas de los conquistadores. Los tributos se depositan en la residencia del encomendero, los cuales por lo general comprenden, entre otros, metales preciosos, granos, textiles y la aportación de sirvientes indígenas.

La encomienda se convierte de inmediato en el sistema de explotación del trabajo indígena, además de instrumento de autoridad por los colonizadores. Significa una posición económica, no una propiedad, y no es alienable ni heredable.

Los encomenderos utilizan a los indígenas para todas las formas de trabajo manual: en la construcción, la agricultura, la minería, y para el traslado de los productos del campo. Les cobran tributos y los hacen trabajar en exceso. Se apoderan de sus bienes, destmyen su agricultura y se apoderan de sus mujeres; los utilizan como bestias de carga; les extraen el tributo y lo venden. La coacción y los malos tratos son las prácticas diarias de sus vigilantes, calpixque o capataces. Entonces el tributo se transforma en rapiña, destrucción, abuso generalizado y terror para los pueblos indígenas.12

Con la Conquista se eliminan las estructuras jerárquicas indígenas más amplias, al tiempo que se permite la sobrevivencia de las estructuras locales que conservan el principio del trabajo colectivo. Los calpulli siguen trabajando con sus hábitos comunales y sus instrumentos, o incorporando los implementos de los conquistadores. Sin embargo, son desligados también ocasionalmente de sus cabeceras13 para asignarlos a otras.

Las nuevas técnicas productivas e instrumentos de los españoles se incorporan a una organización económica sustentada en la explotación extensiva y no en el incremento de la productividad.

El choque cultural, generador de dos trayectorias técnicas

Las técnicas se seleccionan en una situación donde los españoles, por un lado, "no se preocuparon por innovar debido, en gran medida, a la disponibilidad permanente de mano de obra sumisa y poco cara [...]",14 y por otro, las comunidades indígenas adoptan una actitud pasiva que expresa su condición defensiva para la sobrevivencia.

 

El encuentro y la Conquista de la Nueva España dan por resultado dos trayectorias técnicas: una, dominante de las técnicas españolas que se enriquece y ajusta por elementos y conocimientos indígenas ligados a las condiciones naturales del Nuevo Mundo; y otra, determinante de las técnicas indígenas que se recrean y conservan en una actitud defensiva junto a sus organizaciones sociales, enconchadas hacia sí mismas, desligadas de su dinámica previa a la Conquista. Ambas trayectorias, dominante y determinante o defensiva, impregnan la historia de las técnicas en México.

En la primera etapa, hasta 1548, enmarcada en la encomienda, la explotación es formal,15 pues los tributos se obtienen solamente articulando, sin cambiar, las organizaciones comunitarias indígenas al conquistador.

La trayectoria dominante abarca un sinnúmero de conocimientos técnicos provenientes de Europa, acumulados desde 2000 años antes de la Conquista. La metalurgia ha sido aplicada a la guerra y a la producción; se conoce el uso de hornos com plejos alimentados por enormes fuelles movidos por energía hidráulica, lo cual permite mayores temperaturas; se constmyen cañones, armaduras, espadas de acero fino; se usan estructuras metálicas para constmir catedrales y reforzar los soportes de los puentes, para chapar y proteger las puertas de los castillos.

En la navegación las carabelas, la brújula, las cartas geográficas; en el transporte, las carretas de ruedas, el sistema de arnés pectoral de las bestias para no asfixiarlas y potenciar su fuerza de masa y su tracción. En la minería europea se conocen la bom ba aspirante-impelente para desaguar a grandes profundidades; las ruedas hidráulicas; el sistema de galerías en ángulo recto; torniquetes y malacates para ascender y descender el mineral; los hornos de fundición y el procedimiento de amalgamación. En la mecánica se descubren y montan mecanismos de relojería; aparatos bélicos para asalto de murallas, aparatos y grúas para mover cargas pesadas en los muelles y en las construcciones.


Las técnicas europeas siguen trayectorias diferentes de las indígenas. Esto se observa con claridad en la agricultura, pues las técnicas europeas se apoyan en el desarrollo y variedad de sus instrumentos de trabajo: se emplea el arado de reja de hierro con timón variable, ruedas con muelles y arnés complejo para adaptar tiros múltiples, apto para roturar tierras vírgenes; sistemas hidráulicos de presas, canales y acueductos; ruedas hidráulicas de grandes diámetros para movilizar molinos harineros, compuertas, ingenios y molinos de viento.

En contraste, la agricultura indígena se fundamenta en la organización social del trabajo y en el aprovechamiento de la diversidad biológica,16 la cual se complementa con instrumentos simples de trabajo. A continuación se amplía la descripción de las técnicas indígenas.

Agricultura indígena

La agricultura indígena, "en el periodo inmediato a la Conquista, había alcanzado una gran complejidad, [...] teniendo su base [...] en el perfeccionamiento, tanto de sus métodos agrícolas como de su amplio y variado repertorio de plantas domesticadas".17

En este orden de ideas, la trayectoria agrícola indígena, sustentada en mezclas de cultivo —maíz con frijol, y maíz con calabaza y también chile—, responde al aprendizaje de la biodiversidad de la tierra. Esta forma de cultivo es de asociación, es decir, "la siembra o coexistencia de dos o más cultivos en una misma parcela, sean anuales o perennes".18 Las siembras múltiples se efectuaban en las zonas temporaleras sin problemas de heladas o en terrenos con humedad natural. A la siembra de maíz de la época de lluvias le sucedía otra, realizada en el mismo terreno o en otra parcela, siendo a menudo de frijol. Así se obtenía una doble o hasta triple cosecha anual.

La agricultura mesoamericana, que en el periodo inmediato a la Conquista se practica sobre todo en terrazas, laderas, en llanura en las áreas de riego y humedad, en chinampas o campos drenados (en especial en la cuenca de México), tiene sus propios instrumentos y métodos agrícolas. En particular las chinampas eran más complejas que las propias obras de riego. Conocidas también como sistema de riego permanente, combinaban la filtración del agua (debido a su poca anchura y a su cercanía al agua) con el riego manual cuando faltaban las lluvias. Debido a los lagos de poca profundidad y a las fuentes de agua dulce en la cuenca de México fue posible la práctica de las chinampas de laguna adentro (chinampas lacustres o islas artificiales). Esta cuenca contaba con complejos canales de drenaje, riego, navegación, diques y bordos para el control de la salinidad del agua, además de acueductos que transportaban el agua dulce.19

Instrumentos agrícolas indígenas

Huictli es el nombre genérico del conjunto de instmmentos agrícolas para cavar o manejar la tierra. Sin embargo, los instmmentos agrícolas de mano predominan sobre los de pie. La coa es el instrumento de pie, mientras que los de mano son esencialmente el huitzoctli, palo o bastón planeador; huictli o cola de hoja; el huictli axoquen o coa con mango zoomorfo.

El uso de estos instrumentos indígenas, manuales y de pie., implican mayor número de trabajadores por unidad de superficie que con el arado europeo, y una agricultura intensiva, según la frecuencia con que un mismo pedazo de tierra es explotado.

La escarda se liga a sistemas intensivos de cultivo con labrado del suelo, en los que el deshierbe y atierre se combinan a menudo en operaciones simultáneas.

El riego es uno de los principales elementos que permiten la intensificación de la agricultura. La irrigación permanente que depende de fuentes perennes es una práctica común y bien establecida antes de la Conquista. Su distribución geográfica coincide con las fronteras culturales. Así, las mayores concentraciones de regadío y las obras hidráulicas se correlacionan con las mayores densidades de población, con la distribución de los centros urbanos más importantes y con los núcleos de poder político y de expansión militar.

La construcción de terrazas permite intensificar el uso de terrenos escarpados y en declive como lomas, mesetas y cerros pedregosos con sus hondonadas y barrancas.20 Esta práctica propicia el aumento de la superficie cultivable con uso intensivo.

Manejo de la tierra y métodos agrícolas

Las técnicas agrícolas, por el manejo del suelo y del agua, dan lugar al desarrollo de dos complejos técnicos: a) los sistemas intensivos con labrado del suelo, y b) los sistemas extensivos de roza con una mínima alteración del suelo.


Este último sistema constituye una práctica de preparación del terreno mediante la técnica de rozar la vegetación, es decir, de limpiar o despejar el terreno de hierbas indeseables y de insectos, y ablandar y mullir el suelo, creando así una capa de ceniza.

El perfeccionamiento de los métodos agrícolas implica atención individualizada de las plantas cultivadas desde la selección, la siembra, los trasplantes, los cultivos, la cosecha y otras actividades; diversidad de formas y obras de irrigación y fertilización; diferentes técnicas de aprovechamiento del agua de temporal y de aguas residuales y superficiales; técnicas de rescate y conservación de suelos; asociaciones y rotación de cultivos; diversas estrategias para preservar la fertilidad del suelo; y utilización diversificada del espacio vertical y horizontal, combinando parcelas de diferentes calidades en pendiente y en llano. La agricultura indígena se sustenta y com plementa con el uso de una diversidad de plantas silvestres y cultivadas, muchas de las cuales por sus propiedades curativas conforman la medicina indígena tradicional.

Plantas

Las plantas21 son domesticadas para adaptarlas a las condiciones del territorio. Para la alimentación el maíz, el frijol, el uauhtli o amaranto, la chía y el cacao, que además se utiliza com o medio de intercambio (moneda); y para los textiles, el maguey y el algodón. La configuración agrícola tiene que ver, primero, con el conocimiento de qué plantas se cultivan o están en proceso de domesticación en una región determinada y en las diversas regiones en conjunto; segundo, la forma en que se combinan entre sí en el espacio (territorio, parcela) y en el tiempo (ciclo agrícola, sucesión de ciclos); tercero, cómo se utilizan (simultánea o escalonadamente); cuarto, a qué necesidades responde su cultivo (alimentarias, artesanales, ceremoniales, tributarias); y, por último, cómo se preparan para su consumo o elaboración.22

Gracias al conocimiento de una variedad de plantas medicinales se desarrolla una medicina comparable con la europea de su tiempo. Los médicos indígenas preparan remedios con raíces, cortezas, troncos, hojas, flores, frutos y semillas de plantas silvestres y cultivadas.23

El aprecio de las técnicas médicas indígenas se observa en la realización de una serie de investigaciones, impulsadas por la Corona, con el fin de conocer las propiedades de la medicina indígena para el tratamiento de lepra, tabardillo o tifo, viruela, sarampión, sífilis virulenta y difteria.

Irrupción de las técnicas europeas sobre las indígenas

La irrupción de las técnicas europeas sustentadas en el desarrollo de los instrumentos y los animales de tiro se impone paulatinamente al dejarse de lado —e incluso, destruirse— la organización del trabajo que se concatena con la trayectoria técnica indígena, la cual adopta los instrumentos europeos.

Después de la Conquista, en el cultivo indígena aún se utiliza la coa (huictli) o palo para arar, aunque en algunos casos los principales adoptan los bueyes y el arado en el siglo XVI, y en los sembradíos de la comunidad emplean más tarde muchas técnicas españolas.

En el siglo XVIII se hace mención de burros, bueyes y arados indígenas como posesiones comunes de los indígenas. Entonces sólo los "indios pobres" hacen uso de la coa para plantar. Aún así se reconoce, sin embargo, que la siembra a mano con coa es más económica respecto de la semilla, pues rinde mejores cosechas.24

En resumen, desde el punto de vista de las técnicas, el choque cultural de la Conquista iniciados trayectorias: una de dominación, donde los españoles introducen cambios (la encomienda) para conservar las formas de apropiación de los productos del trabajo indígena; otra, la determinante, donde las técnicas se integran (como es el caso del arado), se conservan, pierden o destmyen en las actividades cotidianas. Ambas trayectorias combinan conocimientos europeos e indígenas, sin desencadenar una franca dinámica de aumento de la productividad, por lo que la apropiación de los cambios técnicos no genera propiamente una capacidad interna.

EXPLOTACIÓN EXTENSIVA DEL TRABAJO

Y LOS RECURSOS NATURALES

(1549-1762)

Las técnicas en la Colonia siguen el patrón económico de explotación extensiva tanto del trabajo como de los recursos naturales. El tipo de capacidades técnicas que se crean en la Nueva España puede ser representado con la innovación del "método de patio" en la minería, en 1556. Pese a esto, las técnicas tienen poca relación con los conocimientos generados por las instituciones científicas, las cuales se fundan por imitación de las existentes en España.

 

La Corona española regula el repartimiento de los indígenas mediante órdenes reales, con el fin de legalizar la explotación directa de la fuerza de trabajo. Sobre esta base económica las técnicas se seleccionan y desarrollan para la explotación extensiva tanto del trabajo como de los recursos naturales. En la minería, por ejemplo, se aplican técnicas de beneficio para explotar nuevas vetas, mismas que se adaptan a las condiciones de baja ley de los minerales. La Corona, para asegurar la apropiación de excedentes económicos, impone controles sobre la producción y comercialización de insumos clave, como en el caso del azogue para beneficio de la plata.25

La incorporación de la enseñanza de las ciencias principia formalmente con la inauguración de la Real Universidad de México en 1553. La época de la Ilustración novohispana florece en la segunda mitad del siglo XVIII con las reformas borbónicas. En estos decenios tiene lugar la creación de importantes instituciones de enseñanza e investigación orientadas a transmitir y crear conocimientos técnicos aplicados, sobre todo en la minería.

Dos hechos enmarcan las condiciones técnicas a partir de la segunda mitad del siglo XVI en la Nueva España: un gran descenso de la población indígena y, por tanto, de la fuerza de trabajo;26 y las Leyes de Indias decretadas por la Corona para reorganizar el trabajo social e incrementar la extracción de riqueza minera.

En efecto, para mediados del siglo XVI se presenta una escasez de fuerza laboral indígena por las epidemias contagiadas por los conquistadores y la brutalidad de la explotación del trabajo. La encomienda no basta para cubrir las voraces demandas de los conquistadores, pues no hay suficientes trabajadores y muchos terratenientes no encomenderos reclaman mano de obra indígena.

La respuesta ante el problema de escasez de fuerza laboral es el repartimiento que regula la explotación de la fuerza de trabajo. El repartimiento es un método de otorgamiento de encomiendas que pretende racionalizar el empleo de la mano de obra entre los distintos propietarios; se propone abolir el trabajo no recompensado y la esclavitud, la asignación de tierras y la distribución de tributos. Se establece por "Reales Órdenes" para regular el trabajo indígena, el cual permanece 75 años a partir de la segunda mitad del siglo XVI.

El repartimiento que adopta la Corona española se combina con la organización del trabajo a la llegada de los conquistadores. Existen dos métodos de repartimiento: el español y el del coatequitl indígena. En el repartimiento, como en el tributo, los gobiernos españoles trataron de conservar las organizaciones indígenas existentes y las exenciones que se aplicaban a las clases maceguales que permanecieron al servicio de los gobernantes indígenas locales.27

Junto con este proceso se producen cambios importantes en la propiedad de la tierra hacia la creación de grandes propiedades, que culminan en el último tercio del siglo XVII con el establecimiento de la hacienda, constituida en la unidad productiva a lo largo de todo el periodo colonial.

Por diversos medios, en el siglo XVI la Corona trata de crear una fuerza de trabajo con libertad de escoger sus propias tareas y ser recompensada por salarios; sin embargo, dado que la motivación se centra en limitar el poder y controlar la economía de la Nueva España, en los hechos se crea una fuerza laboral restringida sobre todo a la hacienda en la que labora. Por ello las técnicas se adecúan a esta explotación extensiva del trabajo.

La actividad económica de la Colonia se centra en la minería, a la cual se encadenan las otras actividades productivas, principalmente la agricultura, proveedora de alimentos para satisfacer las demandas de las poblaciones mineras.

A partir del segundo tercio del siglo XVI los beneficiados en las concesiones de explotación minera y las autoridades virreinales introdujeron en la Nueva España las técnicas y procedimientos conocidos hasta entonces en Europa. La minería ya era conocida por los indígenas, pues con métodos rudimentarios obtenían oro, plata, cobre, estaño, plomo y mercurio; con excepción del plomo y del mercurio, los metales se obtienen en estado nativo; el oro se recoge en pepitas de las arenas de ríos con alto contenido de plata y casi con completa ausencia de cobre; además hacían aleaciones como la tumbaga de oro y cobre, y la de cobre con plata y bronce con diferentes proporciones de cobre y estaño.28 Sin embargo, la difusión de las técnicas europeas se limita a las herramientas y máquinas sencillas, pues los complejos mecánicos no se adaptan al medio, o hacen faltan recursos técnicos o estudios para su adquisición e instalación.

La introducción de técnicas y las innovaciones realizadas durante el periodo colonial responde más a adecuaciones de las condiciones locales que a la búsqueda de procedimientos de mecanización para sustituir fuerza de trabajo. Así, por ejemplo, no se aplicaron las bombas para desaguar las instalaciones de transmisión remota por ejes; sin embargo sí se introducen y adaptan, a mediados de siglo, técnicas simple como el cabrestante de caballería o malacate para desagüe de minas y la bomba de desagüe de minas profundas. De ahí que es restringido el uso de procedimientos de mecanización.

En este periodo la principal innovación en la minería es el "método de patio", que permite disminuir las grandes cantidades de leña que consume el método de fundición empleado. Al comenzar la segunda mitad del siglo XVI la explotación de plata decae por el alto costo del procedimiento de fundición, que consume gran cantidad de combustible. Su alto costo se recupera al fundir mineral de alta ley, pero se convierte en pérdida si no es tan rico. Para 1550 se agota el mineral más rico y superficial, y la productividad de la minería disminuye por la necesidad de extraerlo de excavaciones profundas. También comienza a escasear la madera, ya que algunas zonas cercanas a las famosas minas de plata del México central han sido casi desforestadas. Esta situación provoca el ímpetu para intensificar experimentos de sistemas menos costosos de beneficio de los minerales dando lugar al desarrollo del método de patio.29

Si bien este método puede derivar de las técnicas alemanas, el uso de mercurio para refinar el mineral argentífero se desarrolla en la Nueva España. Para Bergalló la afirmación del origen mexicano del método deriva de su aplicación comercial en gran escala.30 En efecto, Bartolomé de Medina, primero en solicitar la patente, reconoce haber aprendido de un alemán cómo utilizar el mercurio para refinar la plata.31 Otros inventores de la época, como Miguel Pérez Alemán y Gaspar Lomán de origen alemán, contribuyen al mejoramiento del método y también se les concede patentes.



No toda la plata en la Nueva España se extrae aplicando la técnica del beneficio de patio. Alrededor de 1632 dos terceras partes de la plata se producen mediante esta técnica.32 Sin embargo, dicho método es más rentable en minerales de alta ley, propio de las minas de plata europeas.

Dos de las tres materias primas —sal y magistral o sulfato de cobre— son abundantes en la Nueva España y su abastecimiento no representa obstáculos para el procedimiento de amalgamación. En cambio el azogue (o mercurio) es más costoso por ser un mineral raro y precioso. Dos grandes fuentes mundiales de azogue de la época se localizan en España, en posesión de la Corona. Para asegurar en su favor el control de los beneficios con su comercialización, la Corona decreta en 1559, dentro de las Leyes de Indias, el comercio exclusivo por cuenta del Rey de este insumo clave. La disposición del azogue en esta forma facilita el control de la explotación en gran escala de los abundantes yacimientos argentíferos de la América colonial.

Es sobre todo en torno a las explotaciones extensivas de minerales y a las dificultades que representa el abastecimiento de azogue que surgen algunas invenciones para mejorar el procedimiento de patio. Miguel Pérez Alemán logra un hallazgo químico para fundir los metales de plata (1544); Gaspar Lomán propone un método de fundición (siguiendo prácticas tradicionales en las minas europeas) para hacer rendir la baja ley de los minerales argentíferos (1550).33

La escasez y lo costoso del azogue estimulan el desarrollo de procedimientos que abaraten su uso en el método de patio. Así, sus mejoras responden principalmente a la escasez relativa de los materiales y no a un proceso de mecanización de las actividades mineras y productivas en general. En esta perspectiva se dan los desarrollos posteriores de este método.34

Un problema serio para las haciendas de beneficio es el desagüe de las minas. A mediados del siglo XVI se introduce el mecanismo de malacate que en forma de noria y movido por tracción animal sube el agua enrollando cuerdas en las que son atadas botas con agua. Las aplicaciones de nuevas invenciones en la minería de la época se complementan con las técnicas simples que aportan los indígenas. Éstos desarrollan, por ejemplo, sistemas de ventilación y de desempedrado sin emplear pólvora.



El desarrollo de esta forma extensiva de la explotación de minerales, dado el bajo contenido de plata, conlleva a una trayectoria tecnológica* de baja inversión en maquinaria, con instrumentos simples y, por tanto, sin grandes requerimientos técnicos. Esta avalancha de invenciones, dada su sim plicidad técnica, no permite construir ni acumular una capacidad tecnológica endógena.

Las técnicas en otras actividades productivas

La hacienda es la unidad productiva más importante durante todo el periodo colonial. En ella se genera la producción para el autoconsumo y para el mercado. Se trata de haciendas de beneficio (mineras) y agrícolas como azucareras, maiceroganaderas, cerealeras, pulqueras, henequeneras y algodoneras.

En el siglo XVII se importan de Europa diversas técnicas, instrumentos mecánicos y herramientas de hierro. Se trata de relojes portátiles, ballestillas y astrolabios, entre otros. Las escuadras, volantes, tórculos, moldes de hierro y cuños se emplean para habilitar la Casa de Moneda, cuyos talleres de fundición, creados en 1531, se consideran los primeros en aplicar normas industriales de producción. La fabricación de tornillos troquelados o tórculos, volantes de cuños y otras máquinas sencillas son también de las primeras en mecanizarse. De igual modo, se introducen prensas para imprimir y otros instrumentos empleados en las liturgias religiosas. Las ruecas o redinas y telares o zarjas utilizados en los obrajes de paños, lanas y sedas son copiados y construidos localmente. También se introducen tornos de alfar en la manufactura de loza blanca y Talavera, la cual implica ciertas complicaciones en la técnica y composición química de los pigmentos y mezclas de la arcilla, junto con el diseño de los hornos.35

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